El Suelo: Composición, Propiedades y Fertilidad
Contenido


El suelo es un sistema poroso y vivo donde interactúan fracciones minerales, materia orgánica, agua, aire y microbiota. La textura depende de la proporción de partículas de arena (2,0–0,05 mm), limo (0,05–0,002 mm) y arcilla (<0,002 mm), y posee gran relevancia ya que condiciona propiedades hidráulicas y mecánicas (retención de agua, aireación, plasticidad), mientras que la estructura (agregados estables) regula infiltración, porosidad y resistencia a la erosión; juntas determinan el marco físico de la fertilidad y son, por tanto, el primer diagnóstico de manejo.
La materia orgánica del suelo (MOS) actúa uniendo agregados, sirve como almacén de carbono y fuente de energía para microorganismos; mejora la capacidad de retención de agua,la capacidad de intercambio catiónico (CIC) y la disponibilidad de nutrientes. Operativamente se distinguen fracciones húmicas (ácidos fúlvicos, húmicos y huminas) por su solubilidad, útiles para comprender dinámica y manejo de la MOS en contextos agrícolas. Una gestión adecuada de residuos, cultivos de cobertura y enmiendas orgánicas sostiene la productividad y la resiliencia.
Entre los parámetros químicos clave, CIC: mide la cantidad de cargas negativas disponibles para retener cationes (Ca²⁺, Mg²⁺, K⁺, NH₄⁺); aumenta con arcillas activas y MOS y se asocia con mayor retención de nutrientes y menor lixiviación. El pH modula casi toda la química del suelo: para muchos cultivos, el rango 6–7 maximiza la disponibilidad de la mayoría de nutrientes y la actividad microbiana, por lo que las correcciones de acidez-alcalinidad deben basarse en análisis fiables.
La relación C/N de los residuos determina si el nitrógeno se mineraliza (C/N bajo) o se inmoviliza (C/N alto). Como regla práctica, residuos con C/N por encima de 25–30:1 suelen provocar inmovilización temporal de N y demandan ajustes en dosis y momento de fertilización; por debajo de 20:1, predominan liberaciones netas de N hacia el cultivo.
La microbiota del suelo incluye bacterias, hongos, arqueas, meso- y macrofauna. Esta comunidad impulsa el ciclado de C, N, P y S, promueve la formación de agregados y afecta sanidad y productividad; su diversidad responde a textura, humedad, pH y calidad de la MOS, de modo que el manejo debe favorecer hábitats estables y fuentes de carbono accesibles.
Para tomar decisiones, el análisis de suelos con muestreo compuesto y protocolos estandarizados permite interpretar pH, MOS, CIC y nutrientes y priorizar enmiendas: encalado en suelos ácidos (según requerimiento de cal y poder tampón), enmiendas minerales frente a deficiencias específicas y enmiendas orgánicas para mejorar estructura y suministro gradual de nutrientes. El ajuste fino integra textura y estructura, clima y fenología del cultivo, y reduce riesgos de sobreventa de insumos al anclar el manejo en evidencia medible.
Por todo lo anterior, comprender la composición, textura/estructura, MOS, C/N, CIC, pH, biota y análisis del suelo ofrece un marco científico y de evidencias actualizadas para diseñar planes de fertilización, correcciones y prácticas de conservación que mejoren productividad, eficiencia y sostenibilidad de los sistemas agrícolas.
• Horizontes del suelo
• Composición general del suelo
• Arcillas
• Limos
• Arena
• Textura y estructura
• Materia Orgánica
-Función y Composición
-Ácidos fúlvicos
-Ácidos húmicos
-Huminas
-Procesos de formación y descomposición
-La mineralización
-MO y fertilidad del suelo
• Fase líquida y gaseosa
• Capacidad de intercambio catiónico CIC
• pH del suelo
• Balance redox
• La microbiota del suelo
• Análisis de suelos y Manejo
-Acidez
-Encalado
-Corrección NPK
-Relaciones entre elementos
-Micronutrientes
-Enmiendas minerales
-Enmiendas orgánicas
Introducción


